Ha tardado un poquito en llegar pero por fin ha llegado a España el día en el que las autoridades pertinentes han dicho que no se puede llamar pan integral al que no lo es.
Muchos establecimientos no especializados en pan vendían pan con a penas un 1% de harina integral. Si, si. Has leído bien, 1%. A veces tan solo llevaba harina blanca refinada mezclada con salvado para darle ese tono oscuro al pan. Pero esto se acabó. A partir de ahora cuando leamos ‘pan integral’ es que estará elaborado con harina 100% integral.
Agregar el pan a nuestra dieta diaria ofrece diversas ventajas a nuestro organismo:
- Nos ayuda a equilibrar la ingesta de alimentos y a controlar el aporte adecuado de grasas y calorías de cada uno de ellos.
- Sirve de gran ayuda contra el estreñimiento, gracias a su alto contenido en fibra, que favorece la regulación intestinal.
- Reducción del riesgo de cáncer, especialmente del de colon o recto, ya que provoca que las sustancias cancerígenas sean expulsadas a través de las heces.
- También es beneficioso para los pacientes de diabetes y, aún más, de la diabetes tipo 2. Debido a su bajo índice glucémico y su escasa glucosa en la sangre, reduce la demanda de insulina.
Buen provecho y pásate al integral, tu cuerpo te lo agradecerá!